viernes, 15 de marzo de 2013

miércoles, 14 de noviembre de 2012

14 de noviembre

"Hay 3 tipos de personas en el mundo: los inamovibles, los movibles y los que se mueven" Benjamin Franklin

domingo, 23 de septiembre de 2012

sábado, 19 de mayo de 2012

domingo, 13 de mayo de 2012

domingo, 22 de mayo de 2011

Movimiento 15-M

Los medios se encargan de resaltar la imagen de una juventud “NI-NI”(ni estudia, ni trabaja), sin aspiraciones, sin estudios, sin ocupación… Supongo que algo de eso hay. Pero lejos de ridiculizar a ese sector de generación que ni estudia ni trabaja, que vive con sus padres hasta que peinan canas, tendríamos que reflexionar sobre el por qué de su apatía.

A esa apatía se llega por hechos objetivos, como saber que si te esfuerzas mucho estudiando, es posible que si tienes suerte acabes como mileurista, y si no la tienes, como parado.

Y no es bueno generalizar. Sí hay una vía por la que pueden resolver su futuro. Sólo tienen que lograr que alguna cadena televisiva les “compre” sus historias (reales o inventadas), y cuanto más escabrosas y más cargadas de detalles sobre si se acostaron o no con alguien “famoso” (no valen premios Nobel ni Cervantes), más posibilidades tienen de perpetuarse en ese mundo, que sí da dinero, y mucho. Eso sí, no todo vale, es fácil entrar, pero para continuar tienes que dar muestras de grosería, mala educación, falta de principios, de valores, y sobre todo, para ser el rey o la reina de este mundillo tienes que tener muy buenas cuerdas vocales y capacidad pulmonar, porque necesitarás gritar para aparentar estar siempre de mala uva ¿VAAAALEEEEEE?

Y de repente….entre toda esa fauna, la realidad, la de verdad, no la televisada. Miles de jóvenes, perfectamente preparados y preparadas, con unas ideas muy claras, impulsan a través de las redes sociales una verdadera "revolución ", que será un punto de inflexión para una democracia real. Una generación que ha sido criticada por su desinterés, nos acaba de dar la mayor de las lecciones, porque sí que son “NI-NI”: ni tragan, ni se quedan resignados. Dieron lección de pacifismo, de dignidad, de principios, de organización, utilizando el derecho fundamental de reunión para rebelarse contra un sistema que muchas personas creemos que no está funcionando. Dieron una lección de cómo ha de ser una Revolución Cívica.

Hacen que volvamos a ilusionarnos, que volvamos a creer que cambiar es posible, que recordemos que cada vez que hay una desgracia, no son los financieros, ni los bancos, ni el FMI los que acuden. Los primeros recursos, además de los del Estado, llegan a través de la ciudadanía, de las personas voluntarias, de las ONGs. Y que lo mismo que reaccionamos antes esas situaciones extremas, debemos reaccionar ahora.
Estábamos acostumbrándonos a ver concentraciones multitudinarias derivadas de acontecimientos deportivos, de botellones o de conciertos, además de las manifestaciones de doble moral, como la pro-vida, en las que sólo se defiende la vida de los fetos, pero no se defiende la de aquellas personas que  mueren por hambre, por guerras, o por  la pena de muerte.

Esto es otra cosa. Esta generación de gente perfectamente preparada, no hay ya Plan Bolonia que logre someter, porque el futuro que se les oferta no les gusta y les sobran argumentos para plantear otras maneras posibles de hacer política.

Indignados sí, resignados nunca.